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Misericordia de Karol Wojtyła

Han pasado 40 años desde la publicación de la Encíclica de Juan Pablo II sobre la Divina Misericordia "Dives in misericordia". El Papa ha mostrado el papel de la misericordia no sólo en sus enseñanzas, sino con toda su vida.

P. Karol Wojtyła con feligreses en Niegowić.

Desplazarse por la línea de tiempo

abril de 1945

Reactivación de la Sociedad de Ayuda Fraternal de la Universidad Jagellónica de Cracovia (Bratniak). Karol Wojtyła es nombrado vicepresidente de la organización.

1948-1949

P. Karol Wojtyła en la parroquia de Niegowić

1954-1978

Trabajo académico de Karol Wojtyła en la Universidad Católica de Lublin.

30 de noviembre de 1980

Publicación de la encíclica "Dives in misericordia".

Una camisa húmeda

«Él había tenido dos camisas - regaló una de ellas a un repatriado y tenía que lavar la otra y, a veces, ponérselo todavía húmeda». Esa historia sobre un clérigo Karol Wojtyła del seminario en Cracovia fue contada por el Padre Jerzy Bryła, un graduado de ese seminario. Después de la Segunda Guerra Mundial a Cracovia llegarían unos repatriados de la frontera este de Polonia, cuyas posesiones habían sido tomadas por la Unión Soviética; el clérigo Wojtyła compartió su humilde ropa con uno de ellos.

Durante ese tiempo, Karol Wojtyła estuvo también involucrado en la ayuda de caridad de una manera más organizada - era el vicepresidente de „Bratniak” - Ayuda Académica Fraternal de los Estudiantes de la Universidad Jagellónica. Esa asociación, creada todavía durante las particiones de Polonia, después de la Segunda Guerra Mundial tuvo manos llenas - tuvo que obtener y compartir todo lo que era necesario: guiones, cartillas de racionamiento, beneficios sociales y alojamiento. El guardián del reactivado en abril del año 1945 „Bratniak” era el Profesor Stanisław Pigoń, el famoso historiador de la literatura polaca, que nombró un estudiante que conocía, Karol Wojtyła, el miembro de la junta de la asociación. Andrzej Deskur, el futuro cardinal y el futuro empleado de la curia romana, fue nombrado el secretario de la asociación. Vale la pena mencionar, que durante ese tiempo los clérigos del seminario eran estudiantes de la facultad teológica de la Universidad Jagellónica. Solo en el año 1954 el gobierno comunista eliminó teología de la Universidad Jagellónica.

No he dormido hoy

Karol Wojtyła estaba completamente involucrado en las actividades de la asociación y tuvo gran autoridad entre sus miembros. Como recordaba Stefan Płażek padre, que fue el miembro de „Bratniak”: « una vez habíamos recibido algunas cosas de la Administración de las Naciones Unidas para el Auxilio y la Rehabilitación, entre ellas eran ocho chaquetas cortas. Casualmente, había ocho personas trabajando allí. Uno de nuestros colegas propuso compartir esas chaquetas entre nosotros, como excepción, porque estábamos trabajando socialmente y nuestra propia ropa era miserable. Entonces Karol Wojtyła objetó fuertemente y las chaquetas fueron compartidas de una manera justa ».

Las reuniones de la asociación a veces duraban muchas horas. Un colega del seminario de Karol Wojtyła recordaba una situación, cuando el siempre preparado clérigo Wojtyła no pudo contestar a una pregunta de un profesor durante clases. « No he dormido hoy. He estado en una reunión de la junta de „Bratniak”, que ha durado hasta la mañana » explicó Wojtyła al padre Ignacy Różycki (relato del padre Franciszek Konieczny en: „Adam Boniecki: Kalendarium życia Karola Wojtyły”).

Ejerció su función por solo un año; ya en el año 1946 fue ordenado al sacerdocio en un modo acelerado y fue a Roma, para continuar sus estudios allí. Ese episodio de su vida fue corto pero muy significante. El joven Wojtyła estaba fascinado por la persona del hermano Alberto Chmielowski - un religioso de Cracovia, la memoria sobre cual seguía viva en ese tiempo (hermano Alberto murió en Cracovia en el año 1916). Adán Chmielowski (hermano Alberto) dejó la profesión de pintor y escogió el camino monástico para cuidar de los pobres de Cracovia, convirtiéndose en uno de ellos.

La canasta de lavandería vacía

Según múltiples testimonios, el padre Wojtyła también practicaba la pobreza material. Llegó a su primera parroquia rural en Niegowić en el año 1948; no había allí electricidad pero había pobreza, muy común en los tiempos después de la Segunda Guerra Mundial. El mejor testimonio sobre la actitud del padre Wojtyła fue accidental, cuando una de amas de casa de la parroquia en Niegowić se quejó al padre Marian Jakubiec que el vicario Wojtyła, que fue su predecesor en la casa del párroco « compartió todo entre los pobres » hasta el punto que ella no pudo encontrar su ropa en la canasta de lavandería.

Más tarde, cuando el padre Wojtyła era el arzobispo de Cracovia, sus recursos materiales eran más grandes, pero su actitud no cambió. La evidencia de eso son los recuerdos del tiempo de su trabajo en la Universidad Católica de Lublin (entre los años 1954 y 1978). Ayudó financieramente a los estudiantes y, desde el tiempo de su obispado, daba todo su sueldo para las becas para estudiantes y para sus viajes a él a Cracovia. Ayudó, p.ej. a Zofia Pochmara-Wysoczyńska, que relaciona que el padre profesor Wojtyła imprimía y vendía los guiones y luego, a través del padre Tadeusz Styczeń, daba el dinero a los estudiantes más pobres. « Gracias a esto, podría acabar mis estudios en la Universidad Católica de Lublin » resume Zofia Pochmara-Wysoczyńska.

La fuente de misericordia

Esos recuerdos de los tiempos antes del pontificado muestran como el futuro Papa practicaba las obras de misericordia en la dimensión material. Como Juan Pablo II, en el tercer año de su pontificado publicó la encíclica „Dives in misericordia”; el cuadragésimo aniversario del cual vamos a celebrar el 30 de noviembre de este año. En ese documento el Papa muestra la fuente de la misericordia y su significado profundo, que no es una caridad ordinaria.

Como escribe Juan Pablo II: « El hombre llega al misericordioso amor de Dios, a su misericordia, tanto, cuanto él mismo se cambia internamente en el espíritu del amor similar en relación a los prójimos ». La actitud de misericordia en relación a los prójimos ayuda a experimentar lo que es misericordia - « el mayor atributo de Dios » (cf. „Diario” de Faustyna Kowalska).

texto: B. Stefańska, trad.: A. Wardak