La primera peregrinación extranjera de Juan Pablo II
Casi justo después del cónclave está decidido - el Papa irá a México en enero del año 1979. La situación en América Latina era muy turbulenta debido a la crisis después del concilio y la atmósfera revolucionaria. Juan Pablo II, en el umbral de su pontificado, fue al ojo de la tormenta…
Jan Paweł II w Monterrey w Meksyku, 31.01.1979 r. Fot. Wojtek Łaski/East News.
Kalendarium pielgrzymki
Desplazarse por la línea de tiempo
25 de enero del año 1979
SANTO DOMINGO (REPÚBLICA DOMINICANA) - Bienvenida oficial por el gobierno del estado (el presidente de la República Dominicana Antonio Guzmán Fernández con su esposa, entre otros) y de la Iglesia (el Episcopado de la República Dominicana) y los miembros del Cuerpo Diplomático • Oración a la Basílica Menor de Santa María de la Encarnación • Encuentro con los obispos de la República Dominicana, Haití, Puerto Rico, Cuba y Venezuela y delegaciones de iglesias y de religiosos • Santa Misa concelebrada en la Plaza de la Independencia • Encuentro con el presidente y los miembros del Cuerpo Diplomático.
26 de enero del año 1979
SANTO DOMINGO (REPÚBLICA DOMINICANA) - Santa Misa en la catedral con la participación de los religiosos • Encuentro con los sacerdotes en la sede del arzobispo • Visita a Los Minas - el barrio más pobre de Santo Domingo. Discurso en frente de la Iglesia San Vicente. Encuentro con los estudiantes de las escuelas locales • Despedida en el aeropuerto y partida a México. CIUDAD DE MÉXICO (MÉXICO) Llegada desde la República Dominicana y bienvenida en el aeropuerto por el gobierno del estado (el presidente José López Portillo con su esposa, entre otros) y los representantes de los Episcopados de la América Latina • Santa Misa en la catedral • Encuentro con los miembros del Cuerpo Diplomático en la sede de la Delegación Apostólica • Encuentro con el presidente en la residencia en Los Pinos.
27 de enero del año 1979
CIUDAD DE MÉXICO: Encuentro con la colonia polaca • Santa Misa en la plaza en frente de la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe. La inauguración ceremonial de la Conferencia del Episcopado Latinoamericano. Coronación de la pintura de la Virgen María • Encuentro con los sacerdotes • Encuentro con las representantes de las religiosas.
28 de enero del año 1979
PUEBLA DE LOS ÁNGELES: Parada durante el viaje a Puebla de Los Ángeles en San Martín Texmelucan - un pueblo de los indígenas • Visita a la catedral en Puebla de Los Ángeles • Santa Misa en frente del edificio del Seminario Palafoxiano. Encuentro con los representantes de otras religiones • Inauguración de la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. CIUDAD DE MÉXICO: Encuentro con los obispos de México en la sede de la Delegación Apostólica.
29 de enero del año 1979
CIUDAD DE MÉXICO: Visita al hospital infantil para los niños que padecen enfermedades crónicas e incurables. OAXACA: Bienvenida en el aeropuerto por los indígenas en las vestimentas tradicionales de los zapotecas. CUILAPAN: Encuentro con cerca de 350.000 indígenas. OAXACA: Visita a la Basílica de Nuestra Señora de la Soledad - patrona de Oaxaca. Encuentro con cerca de 400 enfermos en la iglesia de Santo Domingo. Santa misa concelebrada en la catedral con participación de cerca de 250.000 fieles. Otorgamiento de ministerio del lector y acólito a 10 indígenas. CIUDAD DE MÉXICO: Encuentro con los representantes de las organizaciones católicas del país en la sede de la Delegación Apostólica.
30 de enero del año 1979
CIUDAD DE MÉXICO: Encuentro con los
estudiantes de las escuelas católicas en el Instituto “Miguel Ángel”.
GUADALAJARA: Encuentro con los habitantes de Santa Cecilia - un barrio
pobre de Guadalajara. Encuentro con los obreros de las fábricas locales y
sus familias en el estadio. Visita a los Oblatos. Bendición de cerca de
3.000 prisioneros y oración juntos. Encuentro con las religiosas de
clausura en la catedral. El Ángelus. ZAPOPAN: Santa misa en frente de la
Basílica de Nuestra Señora de la Expectación. Encuentro con los
seminaristas - representantes de los seminarios de todo el México.
31 de enero del año 1979
CIUDAD
DE MÉXICO: Santa misa en compañía de seres queridos en la sede de la
Delegación Apostólica. Encuentro con los representantes de los países de
América Media (los ministros de Asuntos Exteriores de Guatemala,
Honduras, Nicaragua y Costa Rica y el ministro de Justicia de El
Salvador). Encuentro con los estudiantes y profesores de las
universidades católicas de América Latina en la plaza en frente de la
basílica de Nuestra Señora de Guadalupe. Encuentro con los
representantes de la prensa, radio y televisión en el Colegio Florida.
Espectáculo de equitación de charros (jinetes mexicanos) en el club de
equitación local. MONTERREY: Encuentro con los obreros en el paseo de
Río Santa Catarina con la participación de cerca de 1.5 millones
personas. Despedida en el aeropuerto y partida a Bahamas.
31 de enero - 1 de febrero del año 1979
NASÁU
(BAHAMAS): Llegada de México y bienvenida ceremonial en el aeropuerto
por los representantes del gobierno local, el ordinario de la diócesis
y, a pesar de la hora muy tarde (24:00 de la hora local), miles de
habitantes. Oración y discurso en Queen Elizabeth Sports Centre. 1 de febrero del año 1979NASÁU: Despedida en el aeropuerto y partida hacia Roma.
Objetivo
El objetivo principal de la peregrinación fue la inauguración de la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano (CELAM) sobre el tema “La evangelización en el presente y en el futuro”, que tuvo lugar en un ciudad mexicano Puebla. El Papa visitó también los santuarios de Santa María: en Guadalupe, donde hay una pintura de Virgen María muy venerada, y también en Zapopan. Juan Pablo II inauguró su pontificado en la escala internacional.
Contexto
La decisión del Papa sobre el primer viaje
extranjero fue anunciada públicamente el 22 de diciembre y causó
bastante gran preocupación en la curia romana. Juan Pablo II fue el
primer papa que visitó la tierra mexicana, enfrentándose con la multitud
de problemas de la Iglesia y sociedad en esa región.
El primer objetivo de la visita fue México, con el cual la Santa Sede no mantenía relaciones diplomáticas. Por eso la visita no tuvo un carácter oficial y el Papa, como cada turista, tuvo que postularse para obtener la visa.
Las restricciones de la libertad religiosa tuvieron sus raíces en los años 20. del siglo XX, cuando el gobierno empezó a perseguir a los católicos, que causó unas luchas armadas por defender la libertad religiosa (creación de los cristeros). Persecuciones sangrientas han parado y un tipo de modus vivendi fue creado, pero el estado era oficialmente anticlerical. Por muchos años, el país fue gobernado por el Partido Revolucionario Institucional (al principio: Partido Nacional Revolucionario), que mantuvo el monopolio del gobierno hasta el año 2000.
Al mismo tiempo, la fe católica entre la gente fue viva; el 90% de los Mexicanos la reclamó como su religión. La Iglesia en América Latina luchó con una crisis después del Concilio Vaticano II, incluso con un entendimiento erróneo de la misión de la Iglesia. Además, desde finales de los años 60., así llamada teología de la liberación ganaba cada vez más popularidad en América Latina. El símbolo de esa idea fue el Cristo con un rifle al hombro. El Papa tuvo que enfrentarse con un entendimiento de “liberación”, que no fue compatible con el Evangelio.
Juan Pablo II acudió entonces a su primer viaje a un país con la situación interna muy complicada, invitado por los obispos a una sesión de CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano), y luego también invitado privadamente por el presidente José López Portillo.
El primer objetivo de la visita fue México, con el cual la Santa Sede no mantenía relaciones diplomáticas. Por eso la visita no tuvo un carácter oficial y el Papa, como cada turista, tuvo que postularse para obtener la visa.
Las restricciones de la libertad religiosa tuvieron sus raíces en los años 20. del siglo XX, cuando el gobierno empezó a perseguir a los católicos, que causó unas luchas armadas por defender la libertad religiosa (creación de los cristeros). Persecuciones sangrientas han parado y un tipo de modus vivendi fue creado, pero el estado era oficialmente anticlerical. Por muchos años, el país fue gobernado por el Partido Revolucionario Institucional (al principio: Partido Nacional Revolucionario), que mantuvo el monopolio del gobierno hasta el año 2000.
Al mismo tiempo, la fe católica entre la gente fue viva; el 90% de los Mexicanos la reclamó como su religión. La Iglesia en América Latina luchó con una crisis después del Concilio Vaticano II, incluso con un entendimiento erróneo de la misión de la Iglesia. Además, desde finales de los años 60., así llamada teología de la liberación ganaba cada vez más popularidad en América Latina. El símbolo de esa idea fue el Cristo con un rifle al hombro. El Papa tuvo que enfrentarse con un entendimiento de “liberación”, que no fue compatible con el Evangelio.
Juan Pablo II acudió entonces a su primer viaje a un país con la situación interna muy complicada, invitado por los obispos a una sesión de CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano), y luego también invitado privadamente por el presidente José López Portillo.
Curso de la peregrinación
Desde el 25 hasta el 26 de enero del año 1979 REPÚBLICA DOMINICANA
República Dominicana fue el primer país al cual llegó Juan Pablo II durante su primer viaje apostólico extranjero, llamado por el Papa la peregrinación de la fe. República Dominicana es uno de los países más católicos en América Latina (los católicos constituyen cerca de 95% de todos los habitantes). Como el evento más importante hay que considerar la santa misa concelebrada en la Plaza de la Independencia. Durante la homilía, el Padre Santo recordó la historia de evangelización de la tierra americana y los nombres de sus primeros misioneros: Antonio de Montesinos, Pedro de Córdoba y Bartolomé de las Casas que lucharon por los derechos de los nativos. El Papa destacó también el vínculo entre la obra de la proclamación del Evangelio y el lugar del hombre en la obra de Creación: La proclamación del Evangelio no puede ser separada del progreso humano.
Desde el 26 hasta el 31 de enero del año 1979, MÉXICO
El primer día, en la catedral en Ciudad de México, la capital de México, Juan Pablo II mencionó, que a menudo se dice de Polonia: “Polonia Semper Fidelis”. “Yo quiero poder decir también: ¡Mexicum semper fidele, siempre fiel!”dijo, haciendo referencia a la tradición religiosa de este país.
La llegada de Juan Pablo II provocó una explosión de entusiasmo entre los habitantes, que llenaron las calles, a menudo en vestimentas locales coloridas, y acompañaron al Papa incluso durante las rutas de tránsito. El mismo Papa dijo, que está “profundamente encantado” con una bienvenida tan cordial de la nación mexicana.
Para el Papa un gran reto fue el discurso durante la inauguración de la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano (el 28 de enero). Dirigiéndose a los participantes de la Conferencia, el Padre Santo recordó, que la primera obligación de ellos es ser maestros de la verdad: no la verdad humana, racional, pero esa verdad, que viene de Dios y que incluye el principio de la auténtica liberación del hombre: “conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” (Jn 8, 32)” - dijo el Papa, explicando, que es la verdadera liberación cristiana y corrigiendo los errores de la teología de la liberación.
Durante su estancia en México, Juan Pablo II se reunió con los indígenas en Oaxaca y Cuilapan. Hablando sinceramente a la pobre gente nativa, “amadísimos hermanos” les aseguró, que “el Papa quiere ser vuestra voz, la voz de quien no puede hablar o de quien es silenciado”.
Durante esta peregrinación no pudo faltar una visita en el santuario en Guadalupe, donde hay una pintura de Virgen María muy venerada, que apareció en frente de un indígena Juan Diego en el siglo XVI. El Papa visitó también el santuario en Zapopan. En esos lugares, Juan Pablo II encomendó a la Madre de la Iglesia el futuro de la evangelización en América Latina y su propio servicio papal.
Por su ejemplo y sus palabras, Juan Pablo II devolvió y afirmó la significancia de la piedad popular, que es tan fuerte en México.
Juan Pablo II se reunió también un par de veces con los obreros (Guadalajara, Monterrey, el barrio pobre de Santa Cecilia), que viven en condiciones muy difíciles, en peligro del desempleo, muy de vez en cuando condenados a una emigración ilegal para buscar trabajo.
Desde el 31 de enero hasta el 1 de febrero del año 1979 BAHAMAS
El Papa se detuvo en Nasáu (la capital de Bahamas) para una breve parada técnica antes del regreso a Roma. A pesar de que era muy tarde, se reunió con los habitantes de Bahamas. Las Bahamas, ex colonia británica, alcanzaron su independencia en 1973. El grupo religioso más numeroso son los baptistas (32%). Los católicos constituyen el 19% de la población allí. En su discurso, el papa hizo una referencia a la independencia alcanzada recientemente por ese país y expresó esperanza que, como una nación soberana en la familia de naciones (la Mancomunidad de las Bahamas - nota del autor) va a participar en una manera especial en la vida de la comunidad mundial. Despedido por multitud de fieles reunidos en el aeropuerto, a las 1:30 de la hora local, Juan Pablo II partió hacia Roma, terminando su primer viaje apostólica fuera de Italia.
República Dominicana fue el primer país al cual llegó Juan Pablo II durante su primer viaje apostólico extranjero, llamado por el Papa la peregrinación de la fe. República Dominicana es uno de los países más católicos en América Latina (los católicos constituyen cerca de 95% de todos los habitantes). Como el evento más importante hay que considerar la santa misa concelebrada en la Plaza de la Independencia. Durante la homilía, el Padre Santo recordó la historia de evangelización de la tierra americana y los nombres de sus primeros misioneros: Antonio de Montesinos, Pedro de Córdoba y Bartolomé de las Casas que lucharon por los derechos de los nativos. El Papa destacó también el vínculo entre la obra de la proclamación del Evangelio y el lugar del hombre en la obra de Creación: La proclamación del Evangelio no puede ser separada del progreso humano.
Desde el 26 hasta el 31 de enero del año 1979, MÉXICO
El primer día, en la catedral en Ciudad de México, la capital de México, Juan Pablo II mencionó, que a menudo se dice de Polonia: “Polonia Semper Fidelis”. “Yo quiero poder decir también: ¡Mexicum semper fidele, siempre fiel!”dijo, haciendo referencia a la tradición religiosa de este país.
La llegada de Juan Pablo II provocó una explosión de entusiasmo entre los habitantes, que llenaron las calles, a menudo en vestimentas locales coloridas, y acompañaron al Papa incluso durante las rutas de tránsito. El mismo Papa dijo, que está “profundamente encantado” con una bienvenida tan cordial de la nación mexicana.
Para el Papa un gran reto fue el discurso durante la inauguración de la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano (el 28 de enero). Dirigiéndose a los participantes de la Conferencia, el Padre Santo recordó, que la primera obligación de ellos es ser maestros de la verdad: no la verdad humana, racional, pero esa verdad, que viene de Dios y que incluye el principio de la auténtica liberación del hombre: “conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” (Jn 8, 32)” - dijo el Papa, explicando, que es la verdadera liberación cristiana y corrigiendo los errores de la teología de la liberación.
Durante su estancia en México, Juan Pablo II se reunió con los indígenas en Oaxaca y Cuilapan. Hablando sinceramente a la pobre gente nativa, “amadísimos hermanos” les aseguró, que “el Papa quiere ser vuestra voz, la voz de quien no puede hablar o de quien es silenciado”.
Durante esta peregrinación no pudo faltar una visita en el santuario en Guadalupe, donde hay una pintura de Virgen María muy venerada, que apareció en frente de un indígena Juan Diego en el siglo XVI. El Papa visitó también el santuario en Zapopan. En esos lugares, Juan Pablo II encomendó a la Madre de la Iglesia el futuro de la evangelización en América Latina y su propio servicio papal.
Por su ejemplo y sus palabras, Juan Pablo II devolvió y afirmó la significancia de la piedad popular, que es tan fuerte en México.
Juan Pablo II se reunió también un par de veces con los obreros (Guadalajara, Monterrey, el barrio pobre de Santa Cecilia), que viven en condiciones muy difíciles, en peligro del desempleo, muy de vez en cuando condenados a una emigración ilegal para buscar trabajo.
Desde el 31 de enero hasta el 1 de febrero del año 1979 BAHAMAS
El Papa se detuvo en Nasáu (la capital de Bahamas) para una breve parada técnica antes del regreso a Roma. A pesar de que era muy tarde, se reunió con los habitantes de Bahamas. Las Bahamas, ex colonia británica, alcanzaron su independencia en 1973. El grupo religioso más numeroso son los baptistas (32%). Los católicos constituyen el 19% de la población allí. En su discurso, el papa hizo una referencia a la independencia alcanzada recientemente por ese país y expresó esperanza que, como una nación soberana en la familia de naciones (la Mancomunidad de las Bahamas - nota del autor) va a participar en una manera especial en la vida de la comunidad mundial. Despedido por multitud de fieles reunidos en el aeropuerto, a las 1:30 de la hora local, Juan Pablo II partió hacia Roma, terminando su primer viaje apostólica fuera de Italia.
Efectos
La primera peregrinación del Papa
contribuyó a la ordenación gradual del caos en la Iglesia en América
Latina y corrección de los errores de la teología de la liberación. Los
mexicanos dieron a Juan Pablo II una bienvenida muy cordial. Hasta hoy,
el papa de Polonia es muy venerado por muchos habitantes de México.
Durante su pontificado, Juan Pablo II visitó este país cinco veces, en
total. Las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y México fueron
resumidas en el año 1992.
Curiosidades
Castellano en tres meses
En el momento del cónclave, Juan Pablo II conocía el castellano pasivamente - lo hubiera estado aprendiendo cuando hubiera preparando en Roma su tesis doctoral sobre las obras del español San Juan de la Cruz. Pero nunca hubiera practicado hablar en ese idioma. Tres meses antes de su viaje al otro lado de ocean decidió mejorar sus habilidades para poder hacer discursos y homilías en la lengua de los personas a que iba a visitar. Pero, ¿cómo hacerlo con tantas obligaciones?
El Papa le pidió ayuda a un sacerdote español, Joaquín Alonso, que vivía en Roma. “Durante cerca de tres meses, casi cada día desayunó o almorzó con el Papa. Hablaba con él en castellano” - recordaba el padre Alonso. Juan Pablo II leía en voz alta sus discursos y padre Alonso corregía su acento y pronunciación.
Todo eso resultó efectivo porque durante su primera peregrinación extranjera el Papa sabía comunicarse en castellano.
Encuentro con la colonia polaca
Durante su visita en México, Juan Pablo II se reunió también con la colonia polaca de México. Hablaba sobre la cercanía y el vínculo espiritual entre los Mexicanos y los Polacos, por razón de, p.ej. la historia similar, el sufrimiento por la fe y la veneración de la Vírgen María.
Los espejos hacia el cielo
Durante la peregrinación en el año 1979, los Mexicanos hicieron un acuerdo, que, durante la partida de Juan Pablo II, iban a traer unos espejos y ponerlos en la dirección del cielo, reflejando la luz del sol y saludando al Papa de esta manera. Ese gesto de “los espejos hacia el cielo” fue repetido también durante las siguientes visitas de Juan Pablo II a México.
Los fieles mexicanos repitieron ese gesto también en la tarde del 27 de abril del año 2014, el día de la canonización de San Juan Pablo II en el Vaticano.
Dos días en Castel Gandolfo no es suficiente
El primado de Polonia Stefan Wyszyński (su beatificación será el 12 de septiembre del año 2021) mantenía un contacto fijo por correspondencia con su asociado de muchos años y, al mismo tiempo, amigo, cuando él fue elegido el Papa. Después de la peregrinación a México en el año 1979, el primado sugirió en la carta a Juan Pablo II un descanso más largo después del viaje tan agotador. Describió también sus reflexiones vinculadas con esa peregrinación. Se puede leer la carta entera en la página web.
Autor: Barbara Stefańska
Bibliografía: “Leksykon pielgrzymek Jana Pawła II”, (ed.) Antoni Jackowski, Izabela Sołjan,
Wydawnictwo WAM, Cracovia 2005.
En el momento del cónclave, Juan Pablo II conocía el castellano pasivamente - lo hubiera estado aprendiendo cuando hubiera preparando en Roma su tesis doctoral sobre las obras del español San Juan de la Cruz. Pero nunca hubiera practicado hablar en ese idioma. Tres meses antes de su viaje al otro lado de ocean decidió mejorar sus habilidades para poder hacer discursos y homilías en la lengua de los personas a que iba a visitar. Pero, ¿cómo hacerlo con tantas obligaciones?
El Papa le pidió ayuda a un sacerdote español, Joaquín Alonso, que vivía en Roma. “Durante cerca de tres meses, casi cada día desayunó o almorzó con el Papa. Hablaba con él en castellano” - recordaba el padre Alonso. Juan Pablo II leía en voz alta sus discursos y padre Alonso corregía su acento y pronunciación.
Todo eso resultó efectivo porque durante su primera peregrinación extranjera el Papa sabía comunicarse en castellano.
Encuentro con la colonia polaca
Durante su visita en México, Juan Pablo II se reunió también con la colonia polaca de México. Hablaba sobre la cercanía y el vínculo espiritual entre los Mexicanos y los Polacos, por razón de, p.ej. la historia similar, el sufrimiento por la fe y la veneración de la Vírgen María.
Los espejos hacia el cielo
Durante la peregrinación en el año 1979, los Mexicanos hicieron un acuerdo, que, durante la partida de Juan Pablo II, iban a traer unos espejos y ponerlos en la dirección del cielo, reflejando la luz del sol y saludando al Papa de esta manera. Ese gesto de “los espejos hacia el cielo” fue repetido también durante las siguientes visitas de Juan Pablo II a México.
Los fieles mexicanos repitieron ese gesto también en la tarde del 27 de abril del año 2014, el día de la canonización de San Juan Pablo II en el Vaticano.
Dos días en Castel Gandolfo no es suficiente
El primado de Polonia Stefan Wyszyński (su beatificación será el 12 de septiembre del año 2021) mantenía un contacto fijo por correspondencia con su asociado de muchos años y, al mismo tiempo, amigo, cuando él fue elegido el Papa. Después de la peregrinación a México en el año 1979, el primado sugirió en la carta a Juan Pablo II un descanso más largo después del viaje tan agotador. Describió también sus reflexiones vinculadas con esa peregrinación. Se puede leer la carta entera en la página web.
Autor: Barbara Stefańska
Traducción: Agnieszka Wardak
Wydawnictwo WAM, Cracovia 2005.
Fuentes
Grabaciones de audio
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SANTO DOMINGO (REPÚBLICA DOMINICANA)
CIUDAD DE MÉXICO
NASÁU (BAHAMAS)
PUEBLA DE LOS ÁNGELES
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