Edmund Wojtyła – una vida breve y prolífica

Futbolista, alumno aventajado, médico en el hospital de Bielsko. Tratando de salvar la vida de una paciente mortalmente enferma se contagia y muere a la edad de 26 años. Varios documentos de archivo permiten conocer los detalles de la vida del único hermano del futuro papa Juan Pablo II.

Edmund Wojtyła z koleżanką na Klimczoku
1906-08-27
El nacimiento de edmund
12 Czerwca 1924
Obtención de un certificado de fin de estudios secundarios en el gimnasio de Wadowice
1924-1930
Estudios de medicina en la Universidad Jagellónica de Cracovia
28 Maja 1930
Obtener la promoción de Doctor en las ciencias médicas en la Universidad Jagellónica de Cracovia
4 Grudnia 1932
Muerte en el hospital de la ciudad de Bielsko
Infancia
El 28 de mayo 1930, apenas dos semanas después de su décimo cumpleaños, Karol Wojtyła y su padre viajan de Wadowice a Cracovia. Ese día, en el  Collegium Maius de la Universidad Jagellónica se celebraba el acto de promoción del doctor Edmund Wojtyła, quien acababa de graduarse en la facultad de medicina. Aquel día se grabó hondamente en la memoria de Karol. Cuando, pasado más de medio siglo, volvió al mismo lugar como Papa para recibir el diploma honoris causa, recordó aquel acontecimiento. Fue uno de los pocos recuerdos de su hermano que el Papa compartió públicamente.

Edmund vino al mundo a finales de agosto de 1906 en Cracovia, que está situada en la parte del territorio polaco anexionada por el imperio austro-húngaro. Fue el hijo primogénito de Emilia y Karol Wojtyła, que se habían unido en matrimonio en febrero del mismo año 1906 en la iglesia san Pedro y san Pablo, por entonces una iglesia castrense. Las fotografías de Edmund conservadas muestran a un muchacho alegre, con un brillo de granujilla en la mirada. Su primera infancia Edmund la vivió en Cracovia. Sin embargo, los Wojtyła no tenían piso en propiedad y por esta razón se vieron en la necesidad de mudarse en repetidas ocasiones. La madre era ama de casa, el padre, militar, trabajaba en el cuartel Emperador Francisco José donde se ubicaba el 56 Regimiento de Infantería de Galizia al cual pertenecía. 
Edmund inició su educación en Cracovia, sin embargo, en 1913, Karol padre fue trasladado a la cancillería del regimiento de Wadowice, y es allí donde Edmund entró en segundo de primaria. Los certificados escolares que se conservaron revelan que era un niño dotado, obteniendo el reconocimiento de sus maestros por su “„comportamiento ejemplar” y „empeño y aplicación”. Sacaba sobresalientes en lengua polaca, alemana, canto y religión. El estallido de la primera guerra mundial y la situación  inestable en el frente fueron la causa de la evacuación del regimiento  del padre a la población de  Hranice en Moravia. Pudo llevar consigo a su mujer y su hijo: Edmund fue admitido en el colegio en el cual cursó tercero de primaria. Cuando la situación en el frente se calmó la familia Wojtyła regresó a Wadowice.

Al acabar la etapa de educación primaria  de Edmund, el padre decidió ingresar a su hijo en la escuela militar de cadetes de Enns, una pequeña ciudad situada en la Baja Austria. La Real Escuela era de primer nivel y gozaba de gran reconocimiento y el hecho de terminarla le abriría las puertas de la escuela austriaca militar de nivel medio. Ciertamente, de este modo el padre pretendía asegurar el futuro de su hijo. La caída de la monarquía austriaca y el renacimiento del Estado polaco independiente cambió la situación  de manera radical. Pasados dos años desde su partida, Edmund volvió a Wadowice, a la patria polaca por fin libre. Tuvo que aprender latín y griego para poder entrar en el tercer curso del de instituto, pero rápidamente se puso al día y con el comienzo del nuevo curso escolar cambió el uniforme de cadete austriaco por el de un estudiante de instituto polaco.

Hermano mayor
Edmund tenía 14 años cuando, en 1920 nació su hermano pequeño Karol. Cuatro años antes, al poco de nacer había muerto su hermana Olga. Edmund a menudo se ocupaba del hermano, ayudaba a su madre a bajar el cochecito del bebé de la primera planta de la casa de la calle Kościelna 7, donde la familia alquilaba el piso. No cabe duda de que Edmund imprimió una gran influencia en el pequeño de la familia, especialmente en sus primeros años de vida, cuando él aún vivía en el hogar familiar. Aunque, Karol padre, era un hombre ágil y los amigos de sus hijos lo admiraban por su resistencia probada en los  baños en el agua helada del río Skawa, fue probablemente gracias a  Edmund que Karol hijo se contagiara de la pasión por el deporte. „Edmund practicaba deportes, principalmente tenis, también ajedrez y bridge” – años después recordaba una de las vecinas de los Wojtyła. Fue portero en el equipo del club deportivo  „Skawa I”, que jugaba partidos amistosos con otros equipos de la región, entre otros el del vecino Zator. Las amplias praderas junto al río Skawa eran el lugar ideal para los partidos de los sábados por la tarde, y las gorras del instituto servían para  delimitar las porterías. A veces Edmund llevaba consigo a su pequeño hermano Karol: se ha conservado una foto en la cual Edmund aparece en la imagen grupal del equipo con su hermano pequeño a los pies.

El 12 de junio de 1924 Edmund sacó la selectividad con sobresalientes y partió hacia Cracovia. Desde la secundaria había manifestado su preferencia por las ciencias exactas. Destacaba también por su actividad social que le hacía entregarse a los demás. De modo que apostar por la medicina parece una decisión natural. No obstante, el alto coste de la especialidad superaba las posibilidades de la familia.  Por eso, desde el primer curso de la carrera, cada año presentaba una solicitud de aplazamiento del pago y cada año recibía la contestación favorable, que le permitía continuar con la formación. Los domingos libres iba a la casa familiar, también sus vacaciones las pasaba en Wadowice, aprovechando los momentos de asueto para dar largos paseos por la montaña. Su objetivo eran tanto las cumbres de Klimczok o Babia Góra de las  montañas Beskidy como el Morskie Oko e incluso el Rysy en las Tatra.

Los compañeros de carrera destacaban la inteligencia fuera de serie y la capacidad de concentración de  Edmund. Se conserva el testimonio del recuerdo de uno de sus compañeros de curso que muestra muy bien  los talentos del joven  Wojtyła. En la facultad de medicina, los exámenes eran públicos, en una sala repleta hasta los topes de estudiantes. En cirugía examinaba el jefe de la cátedra, un gran médico Maksymilian Rutkowski, conocido por su trato muy estricto con los estudiantes. Las respuestas de Edmund eran tan exactas, prácticamente perfectas que no solamente se ganó la nota máxima del examinador, sino incluso  su alabanza pública, ante la estupefacción de los presentes.  En mayo de 1930 Edmund fue uno de los primeros estudiantes de su promoción en aprobar los exámenes finales y obtener el diploma y el título de  „Doctor en ciencias médicas”.

Ekuś
En las excursiones estudiantiles a la montaña durante los últimos años de la carrera de Edmund, participaba una compañera del instituto, Janina Urbanówna, llamada por sus amigos Janka. Fue una de las primeras muchachas que tuvieron el derecho de ir a clase en las escuelas masculinas. Ciertamente fue gracias a ella que Edmund conoció a su hermana Jadwiga, dos años menor. Oficialmente no eran novios, quizá Edmund tuviera la intención de pedir su mano. Algunas fotos de Edmund y Jadwiga juntos se conservaron hasta hoy, por ejemplo, algunas de las escapadas a los montes Beskidy, que son la prueba de lo especial que era su relación.  Se escribían cartas, y Edmund visitaba a Jadwiga en su casa familiar, donde la llamaban cariñosamente  „Ekuś”.
Tras un breve período de prácticas en Cracovia y Wadowice, Edmund obtuvo un puesto de trabajo en el hospital municipal de Bielsko. Fue nombrado „secundario” lo que correspondería a día de hoy al asistente. Otro punto fuerte de Edmund, aparte del diploma médico con máxima valoración, era su perfecto conocimiento del idioma alemán. Más de la mitad de los habitantes de Bielsko eran germanoparlantes, también en el hospital trabajaban médicos alemanes. Aún siendo tan joven se ganó  el respeto de sus compañeros mayores y la simpatía de los pacientes y los superiores. Karol, que tenía entonces once años, a menudo visitaba a su hermano mayor en Bielsko; el muchacho era muy querido por las enfermeras, diaconisas evangélicas que trabajaban en el hospital. Junto con su hermano preparaba pequeños espectáculos teatrales para los pacientes.  

Médico hasta el final
La vida apenas empezada de Edmund fue interrumpida cruelmente a finales del 1932. Después de un año y medio de trabajo en el hospital se contagió de escarlatina de una paciente. La enfermedad se lo llevó en pocos días. Edmund murió la tarde del 4 de diciembre de 1932 La repentina, trágica muerte del joven médico fue ampliamente comentada en la prensa.
„Ilustrowany Kurier Codzienny” informó el 11 de diciembre: „Hace 10 días pasó la noche velando a una mujer gravemente enferma de escarlatina, luchando por arrancarla de las garras de la muerte. (…). Fue un magnífico médico y un hombre valeroso, dejando tras de si el dolor sincero de aquellos que conocían las virtudes excepcionales de su mente y su corazón”. Al entierro en el cementerio de Bielsko asistieron decenas de habitantes de la ciudad, encabezados por el alcalde, el mayor y representantes de la sociedad local, tanto polaca como alemana. ,Mártir de su joven vida” , así llamó a Edmund en su discurso ante la tumba el doctor Stanisław Brűckner. Los reunidos en el cementerio no tenían la menor duda de que  Edmund – tal como escribieron sus compañeros médicos en la esquela–„sacrificó su joven vida por la humanidad sufriente”. Karol, de doce años, quien tres años antes, a pocos día de celebrar su Primera Comunión, perdió a su madre, estaba muy afectado por la muerte de su hermano. Muchos años después, con motivo del otorgar al hospital de Bielsko el nombre de Edmund, el Papa escribió: „Su prematura despedida se grabó muy hondo en mi corazón.”

Además de los padres, del catequista, el padre Kazimierz Figlewicz ,o del maestro del teatro Mieczysław Kotlarczyk,  también Edmund perteneció a este grupo de personas que tuvieron una influencia importante en el joven Karol Wojtyła. No cabe duda que el hermano mayor, a pesar de su muerte tan temprana, fue para él su mentor y su guía. Lo que demuestra que las fuentes de la grandeza y también, o sobre todo, de la santidad de Karol Wojtyła, hay que buscarlas en la vida y el ejemplo de sus más cercanos,  entre los que, indudablemente,  Edmund ocupaba un lugar especial.

Mateusz Zimny, historiador, traductor y guía espiritual
El autor está trabajando en una biografía de  Edmund Wojtyła.


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